Caso: paciente con esclerosis múltiple crónica progresiva.


Caso publicado en International Journal of Neuroscience.
Reuven Sandyk (Departamento de Neurociencias del Instituto de Ingeniería Biomédica y Servicios de Rehabilitación de Touro College)

Extracto:
Una mujer de 40 años de edad se presentó en diciembre de 1992 con CP MS (esclerosis múltiple crónica progresiva) con síntomas de la paraplejia espástica, con pérdida del control del tronco, marcada debilidad de las extremidades superiores, con pérdida de las funciones fina y bruscos movimientos en la mano, fatiga severa, déficit cognitivos, depresión mental, y la disfunción autonómica con vejiga neurogénica e incontinencia intestinal. Sus síntomas comenzaron a la edad de 18 años con la debilidad de la pierna derecha y la fatiga a recorrer larga distancia, y en los años siguientes experimentó un deterioro constante de las funciones. En 1985 dependía de la silla de ruedas y en el plazo de 1-2 años se convertiría funcionalmente en tetrapléjico. En diciembre de 1992 comenzó el tratamiento experimental con los campos electromagnéticos. Durante la recepción de tratamientos semanales con regularidad transcorticales AC CEM pulsados ​​en la intensidad gama picotesla que experimentó durante el primer año de la mejora de las funciones mentales, recuperación de la fuerza en las extremidades superiores, y la recuperación del control del tronco. Durante el segundo año que experimentó el regreso de más funciones de la cadera y la recuperación de las funciones motoras se inició en sus piernas. Por primera vez en años, ahora puede iniciar la dorsiflexión de los tobillos y las rodillas se extienden de forma activa voluntaria. Durante el año pasado empezó a mostrar signos de remodelación de la marcha recíproca. En la actualidad, con suficiente restaurada en función de sus piernas, que está aprendiendo a caminar con un andador y es capaz de soportar sin ayuda y mantener el equilibrio durante unos minutos. También recuperó aproximadamente el 80% de las funciones en los miembros superiores y las manos. Lo más notable, no hubo más evolución de la enfermedad durante los 4 años curso de la terapia magnética. La recuperación clínica de este paciente no puede explicarse sobre la base de una remisión espontánea. Se sugiere que las aplicaciones pulsadas de los CEM picotesla afectan los mecanismos neurobiológicos e inmunológicos que subyacen a la patogénesis de la MS CP.

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